Ficosterra participa en la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas
junio 27, 2022
Ficosterra y la ULE mejorarán la sanidad y rentabilidad de los cultivos
octubre 5, 2022Finalizan con éxito los ensayos con el bioestimulante cystium-k® en cebada de secano
La imagen muestra a la izquierda la zona de cebada sin tratamiento. Separada por una delgada línea que marca la zona tratada con el bioestimulante cystium-k, donde se aprecia un verde más intenso, como si el calor no hubiera hecho tanta mella en el cultivo.
La revista Campo CyL se ha hecho eco de los resultados de la última campaña de cereal en Castilla y León.
Bajo el titular: «El cereal se salva del desastre, pero ¿salen los números?«, analizan provincia a provincia los resultados obtenidos en una campaña mala de lluvias, que ha dejado productividades mucho más bajas que la campaña anterior.
Sin embargo hoy queremos compartir los datos que hemos obtenido en nuestro primer ensayo en cebada de secano, en la provincia de Burgos, donde hemos medido la eficacia del bioestimulante cystium-k® , un extracto puro del alga marina Macrocystis pyrifera que recolectamos en aguas del Océano Pacífico:
La información que arrojan estos números está fuera de dudas:
La zona tratada con el bioestimulante cystium-k® mejora no sólo la productividad de la cosecha (+280kgs/hectárea). Hemos visto también que su peso específico, humedad y proteína adelantan ligeramente a la zona que no ha recibido el tratamiento bioestimulante.
A estos beneficios hay que añadir uno más y no poco importante para el bolsillo del agricultor. A la hora de cerrar estas líneas, Gregorio aún no ha recibido el pago por su grano, pero afirma que haciendo cálculos con lo que le pagaron el año anterior ganará alrededor de 70€/ha (después de gastos).
En términos redondos este agricultor de Páramo del Arroyo (Burgos), recibirá este año 4.200€ más que la campaña pasada, una retorno económico nada desdeñable teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Aún así, el agricultor nos comenta que, de haber llovido suficiente, los resultados hubieran sido mucho más llamativos, pues las plantas habrían absorbido con mayor facilidad todas las ayudas que suele proporcionarle, incluida, en este caso, las que le ha traído el bioestimulante cystium-k® de Ficosterra.
Nos dice: «esto es ya motivo suficiente para querer repetir el ensayo en la próxima campaña y más sabiendo que todo esto nuevo no contamina mi campo».
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- Zona testigo, sin tratamiento
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- Zona tratada con el bioestimulante cystium-k
¿Cómo actúa el bioestimulante cystium-k® y cuál es su valor diferencial?
Ya hemos visto cuáles han sido los resultados tras la aplicación de tan solo 2lts/ha. de cystium-k® en cebada de secano.
A continuación explicaremos las principales características de este bioestimulante de extracto de algas marinas y cómo actúa sobre el cultivo.
Pero antes queremos echar la vista atrás y dar a conocer un poco la historia del empleo de algas marinas como fertilizante natural de cultivos, una práctica habitual desde el siglo I (d.C) en zonas de costa.
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Las algas: una fuente natural de nutrientes desde época romana
La primera documentación que existe sobre el empleo de las algas como fertilizante natural del cultivo pertenece al agrónomo romano Columela, consagrado a la agricultura en los años 40 (d.C) en la provincia Bética de la península itálica hacia el año 40. Gracias este inquieto agricultor podemos contar hoy con el repertorio más amplio y documentado sobre agricultura romana.
Posteriormente, en el siglo XIV, encontramos los primeros registros sobre la recolección de algas de arribazón (las que llegan a la arena de las playas) en las costas de Irlanda y Francia para su uso en la agricultura. Se recogían y transportaban manualmente hasta el interior para dejarlas secar y quemarlas a continuación con la finalidad de producir Potasio, Fosforo y Nitrógeno. Estas cenizas se arrojaban a los cultivos para utilizarlas como fertilizante natural.
Hasta el siglo XVIII no se empezaron a utilizar carretas y caballos para agilizar este traslado. En el siglo XIX es cuando empiezan a utilizarse pequeñas barcas de pescadores para recolectar mayores cantidades de algas que seguían el mismo procedimiento empleado hasta entonces: dejarlas secar y quemarlas para obtener de forma natural NPK para proporcionar a los cultivos de alrededor.
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El primer bioestimulante: un extracto de algas del género Ascophillum
A mediados del siglo XX el británico Tony Stephenson consigue obtener el primer extracto líquido de algas del género Ascophyllum que envasa en un formato comercial conocido como Maxicrop de fácil llegada a cultivos de interior.
Tony Stephenson utilizó algas del género Ascophyllum porque eran las más cercanas que tenía a su lugar de residencia. Quizá encontramos aquí la razón por la que el alga Ascophillum es una de las algas con mayor trayectoria comercial en el mercado. Posiblemente no fue su valor agronómico lo que llevó al señor Stephenson a fabricar el primer extracto de algas líquido (lo que hoy llamamos bioestimulante), sino la cercanía y fácil acceso del investigador a este género de algas.
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Cystium-k: el primer bioestimulante de extracto de algas Macrocystis pyrifera
El alga Macrocystis piryfera pertenece a la familia de las algas Laminariaceae. Habita principalmente a lo largo de las costas del pacífico americano formando densos bosques de hasta 60mts. de altura.
La Macrocystis está considerada como el alga más grande del mundo. Alcanza alturas medias de 30-40 metros y posee una tasa de crecimiento en torno a 20-30 cm/día.
El hábitat en que se desarrolla se caracteriza por ser uno de los más ricos del Océano, con una alta concentración de nutrientes y numerosos principios
activos proporcionados por la multitud de especies animales y vegetales con las que convive.
La Macrocystis tiene una gran capacidad para asimilar los nutrientes de su alrededor. Los almacena en su parte basal y los utiliza a demanda, lo que la permite ir haciendo frente a cualquier tipo de estrés que se le presente, ya sea abiótico o derivado de la acción de los seres vivos que comparten su espacio.
Estos principios activos y nutrientes la distinguen con un alto valor diferencial frente al resto de algas que se emplean en el mercado agronómico.
Es la única planta alga que tiene un tiempo de vida de unos siete años, razón por la que se denomina «alga perenne». Algas como el Ascophillum o la Eckonia tienen un promedio de vida de uno a dos años.
La Tecnología Cystium que ha desarrollado Ficosterra parte de este valor diferencial que proporciona el alga Macrocystis pyrifera y de un sistema de extracción de principios activos de alto valor agronómico que consigue proporcionar al cultivo un alto contenido en alginatos y elicitores, que proporcionan a la planta la capacidad de defenderse de enfermedades (plagas, bacterias, patógenos) o fenómenos de estrés ( temperaturas extremas de frío o calor; cambios bruscos de temperatura, sequía, manejos agroquímicos, etc)
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La tecnología Cystium se caracteriza por utilizar un exclusivo método de extracción que garantiza la máxima riqueza y efectividad de los principios activos existentes en el alga. Se trata de una extracción propio basado en los métodos de extracción de la industria alimentaria y farmacológica que combina métodos convencionales con sistemas menos agresivos que consiguen extraer los principios activos y nutrientes que más benefician a los cultivos sin dañar el alga.
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¿Cómo actúa cystium-k® en el cultivo?
Cystium-k® ha sido capaz de estimular los procesos fisiológicos naturales de la planta cuyos efectos principales afectan a la mejora del cultivo, tanto en productividad como en el resto de parámetros medidos.
¿Cómo lo ha conseguido?
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Su aplicación radicular ayuda a una mejor absorción del nutriente y a equilibrar la microbiota positiva del suelo.
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También ha contribuido a aumentar el sistema radicular de la planta lo que ha facilitado la eficiencia en la absorción de los nutrientes y del agua de lluvia que haya podido caer durante su crecimiento.
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El bioestimulante cystium-k® ha sido capaz de mejorar el crecimiento y calidad nutricional del cultivo, sus brotes y raíces, floración temprana, rendimiento, uniformidad de fruto , coloración e incremento de antioxidantes.
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Nos ha demostrado que ha sido el mejor aliado frente al estrés estrés abiótico del pasado verano (altas temperaturas)
Todos estos beneficios que hemos podido comprobar en la pequeña localidad de Páramo del Arroyo son los mismos que hemos visto también en cultivos de alto valor. La diferencia radica en el porcentaje de productividad, siendo sensiblemente superior en cultivos de regadío (entre un 8-15%, dependiendo del cultivo), donde la abundancia de agua ha contribuido a una absorción más rápida y eficaz de los nutrientes.
La producción de la agricultura convencional ha estado enfocada durante muchos años a maximizar los rendimientos productivos en detrimento, como hemos visto en muchas ocasiones, de parámetros cualitativos.
Ese modelo productivo sabemos ya que tiene un límite y unas graves consecuencia sobre el medioambiente, que desgraciadamente todos estamos empezando ya a conocer de primera mano.
La agricultura actual está obligada a buscar nuevos sistemas de producción sostenibles y respetuosos con el medio ambiente que a la vez sean capaces de dar respuesta a una demanda de alimentos cada vez más alta en consonancia el aumento de la población.
En este nuevo modelo productivo los productos orgánicos y los bioestimulantes juegan un papel fundamental pues trabajan directamente en esos dos aspectos clave para la obtención de una buena cosecha: el aumento de la productividad y la calidad de la cosecha.
Gracias a la información obtenida en los Casos de Éxito de los ensayos hechos con los bioestimulantes de Ficosterra, tenemos razones para pensar que estos insumos constituyen hoy una herramienta fundamental para una nueva agricultura, donde la reducción de la fertilización convencional sin perjudicar la eficiencia de suelos y productividad de los cultivos está más cerca de generalizarse.
El ensayo que recientemente hemos realizado en la provincia de Burgos nos demuestra que la aplicación del bioestimulante cystium-k® de Ficosterra no sólo tiene buenos resultados productivos en cultivos de regadío. También los ha tenido un cultivo de secano, algo muy positivo y necesario para un tipo de producción mayoritariamente presente en este planeta.
El próximo reto de Ficosterra en Secano
Nuestro agricultor de Burgos, Gregorio, conoce bien los resultados de los primeros ensayos que hemos hecho en brócoli como parte del los ensayos internacionales de Naciones Unidas para el Desarrollo en México y Marruecos donde hemos logrado reducir un 30% la fertilización convencional y aumentar un 20% la productividad de la cosecha.
Este inquieto agricultor burgalés quiere comprobar en su próxima campaña si también puede ahorrarse un dinerillo en fertilizantes, reducir la contaminación en su pueblo y no mermar su producción, utilizando los bioestimulantes de extractos de algas de Ficosterra.
¿Conseguiremos mantener la productividad, peso específico, proteína y humedad?
Ya solo quedan 11 meses para conocer todos los detalles 🙂
En Ficosterra tenemos motivos para lanzar, una vez más, un mensaje de esperanza y confiar nuevamente en los beneficios que aportan los bioestimulantes de algas marinas también en cultivos extensivos, donde hemos podido comprobar que son capaces de aumentar su productividad, obtener mayores rendimientos económicos para el agricultor y todo ello sin necesidad de contaminar el medioambiente.
Como decimos en Ficosterra:
«Nunca un beneficio fue tan sostenible».