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junio 20, 2024ALGAEMICRO es un proyecto de I+D+i desarrollado por Ficosterra en el cual se integran algas marinas y microorganismos promotores del crecimiento para su empleo en la agricultura.
Ficosterra ha recibido una ayuda por parte del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) que asciende a 188.722€ cuyo expediente es IDI-20230219 y se ha llevado a cabo entre agosto de 2022 y noviembre de 2023.
ANTEDECENTES
Para satisfacer la creciente demanda de alimentos impulsada por el aumento de la población, la FAO estima que la producción agrícola mundial en 2050 deberá ser un 60% superior a la de 2005. El cambio climático y sus consecuencias, que modifican los ecosistemas agrícolas tradicionales, están dificultando la capacidad de producción agrícola por lo que se trata de un problema global.
En la actualidad, como consecuencia de la intensificación en las prácticas agrícolas de décadas pasadas, el suelo ha cambiado su dinámica, su capacidad agronómica y su composición debido al uso intensivo de fertilizantes químicos. Continuar con estas prácticas llevará a la tierra a una situación de agotamiento que dará lugar a un suelo estéril.
Desde el punto de vista económico, el uso intensivo de la fertilización química hace que los agricultores sufran rendimientos decrecientes en sus cosechas y una pérdida de competitividad, que acaba, casi siempre, provocando un aumento de los precios al consumidor.
Los fertilizantes de origen químico son la opción tradicional de los agricultores para mejorar la productividad de sus cultivos y controlar posibles enfermedades. Sin embargo, no se puede obviar que su uso tiene consecuencias tanto en los cultivos como en los suelos y en el medioambiente en general.
También es cierto que en los últimos años se ha ido generado una mayor conciencia ecológica, cuidado del medioambiente y consumo de alimentos saludables, lo que ha creado la necesidad en la agroindustria de adquirir principios activos naturales que incrementen el rendimiento de los cultivos sin afectar los suelos y escorrentías.
PROPUESTA DE I+D+I PARA LA REGENERACIÓN DE LOS SUELOS
Ficosterra es una empresa de biotecnología marina que fabrica productos de origen natural para tratar de mitigar los problemas causados por el uso excesivo de fertilizantes químicos. Sus bioestimulantes y biofertilizantes disminuyen la huella de carbono y promueven una agricultura sostenible, entendiendo por «sostenible» tanto el respeto al medioambiente como la viabilidad económica. Nuestra propuesta única de venta es que cualquier agricultor pueda cambiar de sus prácticas de fertilización a nuestra línea de productos orgánicos, no sólo aumentando el rendimiento de los cultivos, con los mismos costos, sino resolviendo problemas agrícolas clásicos como el agotamiento del suelo, los excesos de nitrato, la lixiviación y la acidez del suelo.
En esta propuesta es donde surge el proyecto “ALGAEMICRO”, un proyecto destinado al desarrollo de una tecnología única que combina los beneficios de las macroalgas con los microorganismos con el objetivo de ofrecer a la agricultura una alternativa más sostenible para alcanzar los objetivos productivos.
El eje principal de la tecnología reside en el efecto sinérgico que experimentan las algas y los microorganismos, es decir la capacidad que tienen mutuamente de potenciar sus virtudes, obteniendo mejores resultados que si empleáramos ambos de forma independiente.
Nuestras materias primas, las macroalgas, forman parte integral de los ecosistemas costeros marinos. Se ha estimado que hay alrededor de 9.000 especies de macroalgas clasificadas en tres grupos principales según su pigmentación (por ejemplo, Phaeophyta, Rhodophyta y Chlorophyta).
Las algas pardas son el segundo grupo más abundante que comprende unas 2.000 especies que alcanzan sus niveles máximos de biomasa en las costas rocosas de las zonas templadas, estas son el tipo más utilizado en agricultura y entre ellos las Laminariales se utilizan como biofertilizantes en la agricultura). El uso de las macroalgas en la industria a nivel global alcanzo para en 2004 valores de hasta 6 billones de dólares, principalmente para la explotación de alginatos y otros ficocoloides.
Por su parte la industria agrícola representa casi 50 millones de dólares en el uso de fertilizantes, bioestimulantes y otros aditivos, pero únicamente el menos del 1% corresponde a sustancias provenientes de las algas.
Hasta el momento, Ficosterra ha desarrollado tres líneas de productos ecológicos certificados a base de extractos macroalgales. La línea de estos productos actúa sobre suelo, semillas, plantas y frutas, en un enfoque integrado de fertilización que permite la optimización de las prácticas estándar de fertilización, compuesta por una combinación de fertilizantes minerales/químicos N-P-K más otros estimulantes (bioestimulantes, aminoácidos, ácidos húmicos/fulvicos y fitosanitarios, entre los más comunes).
Los extractos de macroalgas han sido ampliamente documentados en presentar distintos componentes con alta actividad biológica, siendo protagonistas en un rol como estimulantes de crecimiento, rendimiento y aumento en la eficacia de tolerancia a estrés de tipo biótico y abiótico en distintos tipos de plantas. De esta forma los extractos macroalgales no solo permiten un mejor aprovechamiento de los nutrientes del suelo por parte de la planta, sino que también contribuyen a la disminución gradual de los fertilizantes químicos, recuperando así el pleno potencial productivo agrícola del suelo. Esto ha sido comprobado en pruebas independientes en donde se ha podido llegar a obtener incremento en los beneficios netos totales de los cultivos entre un 10 a un 20%, dependiendo del cultivo y del tipo de manejo.
De acuerdo con el tipo de metodología realizada en la extracción de compuestos macroalgales, se pueden obtener fertilizantes (sustancias que contienen nutrientes tipo NPK, vitaminas y minerales) y distintos tipos de bioestimulantes (sustancias naturales que promueven el crecimiento sin ser nutrientes, ni mejoradores de suelo, ni pesticidas)
Ficosterra ha logrado desarrollar un nuevo proyecto de I+D, denominado ALGAEMICRO, que se utilizará para aumentar el rendimiento de los cultivos por vía de la aportación de microorganismos y componentes macroalgales en polvo soluble.
Los desafíos de I+D que han sido necesarios para abordar este proyecto tan singular financiado por el CDTI se centran en los siguientes aspectos:
/ 1 / Producción de un prebiótico procedente de las algas que cumpla las siguientes características:
- En primer lugar, debe tener un efecto positivo sobre el cultivo (bien sea de forma directa o indirecta) al aplicarlo de forma individual en un campo agrícola.
- En segundo lugar, es necesario que el producto bioestimulante, dado que supone el >90% de la materia seca del producto final, debe ser totalmente soluble para evitar posibles obturaciones en los sistemas y aplicación agrícola.
- Por último y en definitiva la principal motivación de esta materia prima, debe suponer un efecto beneficioso a la hora de hacer crecer las colonias microbianas que se quieren emplear, permitiendo que el producto aumente su eficiencia, sin aumentar sus costes productivos.
/ 2 / Producción de un probiótico
Basado fundamentalmente en tres cepas microbianas que actúan en determinados aspectos nutricionales de los cultivos. Estas cepas permiten potenciar los planes de abonado tanto convencionales como ecológicos y un uso más eficiente de los fertilizantes nitrogenados y en base a los principales macronutrientes (NPK).
/ 3 / Sinergia constatada entre el probiótico y el prebiótico
Así como entre las distintas cepas microbianas seleccionadas. Para esto ha sido necesario constatar primeramente los efectos de cada elemento y posteriormente seleccionar aquellos elementos que demuestren una mayor compatibilidad interna.
El reto científico-tecnológico de I+D que Ficosterra ha abordado con este proyecto ha sido el de conseguir el desarrollo de una tecnología propia que combina el uso de macroalgas de la familia de las laminariaceae y consorcios microbianos específicos con efecto MPB (Microbial Plant Biostimulants), donde se consigue una nueva gama de productos de vanguardia en el sector agrícola.
El proyecto ha logrado escalar la producción y ha sido validado por el Grupo de Investigación en Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos (IQUIMAB) de la Universidad de León y en distintas pruebas de campo.